Para empezar el tebeo nos curramos una idea super original e innovadora a más no poder:
Bueno, igual no era tan original pero nos moló hacer nuestra propia versión. Otra cosa curiosa es que, si no recuerdo mal, en este número empezó a publicar el amigo Moratha, al que conocimos en una inenarrable excursión a Jaca.
Chefo nos sorprendió con una historia llena de acción y aventura, protagonizada por él mismo y su amigo Manués, y con claros tintes autobiográficos.
Yo mismo hice otra historia basada en hechos reales. Y es que las anécdotas de estudiantes compartiendo piso son una fuente inagotable de chuminadas.
Otro que empezó a dibujar en este número fue Bernal, con esta agridulce historia sobre viejas que la palman y esas cosas.
Por aquel entonces dedicábamos una o dos páginas a hablar de viejos clásicos del tebeo patrio, en esta ocasión le tocó el turno a la familia Churumbel, del genial Vázquez.
Podéis leerlo entero GRATIS pinchando aquí.
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